Si las historias de las jugadoras están ocultas, es más fácil negarles sus derechos.
Las jugadoras durante un tiempo fueron invisibles para el público en general, aunque por suerte ahora eso es algo que está cambiando. Sin duda los estereotipos y la desinformación, son dos cosas que caracterizan las percepciones públicas sobre las futbolistas profesionales.
Las mujeres se han incorporado al deporte de alto nivel con cierto retraso respecto a los hombres, y pese al aumento de la representación femenina en los grandes acontecimientos deportivos, la discriminación en el patrocinio y los medios de comunicación sigue siendo una realidad. Todos los años desaparece algún equipo de la máxima categoría en cualquier deporte por falta de medios o de apoyos.
La presencia de la mujer en la prensa deportiva es notablemente inferior a la del hombre. En concreto, la mujer tan solo aparece en un 5% de los casos, mientras que el hombre lo hace más de un 92%. Unas veces lo hace sola (2,18%) y otras acompañadas por hombres (2,93%).
Estas diferencias se incrementan si se considera que no todas las mujeres que aparecen en informaciones de estos diarios especializados pertenecen al ámbito deportivo. Se diferencian dos perfiles de mujeres: las propias del ámbito deportivo como pueden ser las jugadoras o entrenadoras, y otras como las parejas, familiares, famosas o aficionadas. A nivel cuantitativo tienen más presencia las primeras (86,8%), pero a nivel cualitativo las segundas tienen más presencia por el tamaño de la información o las fotografías.
Por suerte la evolución de la tecnología ha ayudado a abaratar los costes de retransmisiones, en especial si se realizan en streaming. Sin embargo, aún supone una partida importante para organizaciones que ya venían sufriendo problemas para cuadrar sus presupuestos tras el descenso de las subvenciones.
Teledeporte, GOL y LaLiga TV son los únicos canales de televisión que dan visibilidad al fútbol femenino. El problema, en muchas ocasiones, es que la producción sólo ofrece calidad para retransmitir online y no en canales de TV.
Soy partidaria de que no hay que esperar sólo a las grandes citas para visibilizar a la mujer en el deporte. Las redes sociales por ejemplo han permitido a las atletas preservar su notoriedad todo el año. Twitter les permite crear una comunidad y mantener el contacto con sus seguidores y por ejemplo Instagram, les deja ejercer también de influencers y monetizar así sus seguidores al margen de la actividad deportiva.
Los medios, son muy de emitir la “photo finish” ganadora, pero luego se olvidan de generar afición y retransmitir esos partidos de deportes en los que las mujeres destacan. Y es en la pantalla de la televisión, en los bares que se atreven a poner un partido de la Liga Iberdrola antes de un partido de segunda o incluso primera división masculinas, donde se comienza a ganar la guerra contra la ignorancia.
No hay ningún techo, pero el cristal que frena la visibilidad del fútbol femenino hay que derribarlo pronto.
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